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EEUU / Las ventas minoristas caen por tercer mes consecutivo

Publicado el 21/01/2021

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El empeoramiento de la situación sanitaria y la incertidumbre sobre el posible agotamiento de estímulos fiscales se trasmitieron en una caída del 0,7% en el volumen de ventas minoristas en diciembre, el tercer mes consecutivo en números rojos que advierte de una posible contracción en el consumo privado en el último trimestre del año. En contraste, la recuperación en la industria manufacturera y en la construcción sigue adelante, de momento, poco afectada por la intensificación de la crisis. Con la curva de contagios estabilizándose tentativamente, el proceso de vacunación progresando y la puesta en marcha de nuevas ayudas fiscales, esperamos que el consumo retome la senda de crecimiento en los primeros meses del año, si bien bajo un patrón de “menos a más”.

El consumo privado ha recaído en el último tramo del año: el volumen de ventas del sector minorista retrocedió un 0,7% mensual en diciembre, lo que representa el tercer descenso consecutivo (-1,4% en noviembre y -0,1% en octubre) y refleja el drástico deterioro de la emergencia sanitaria desde mediados de octubre. En términos interanuales, el volumen de ventas del sector ha crecido en 2,7%, el menor ritmo desde los meses posteriores a la reapertura de la economía en mayo. El desglose mostró un retroceso generalizado entre las principales partidas, liderado, una vez más, por una caída del 4,5% en los servicios de restaurantes, dada la reimposición de restricciones en el sector. Por su parte, las ventas de automóviles, de ropa y calzado y en estaciones de gasolina mostraron un repunte en el último mes del año, quizás reflejando un efecto de compensación tras las fuertes caídas en noviembre.

De lado positivo, el repunte en la industria manufacturera y en la construcción parece resistir, al menos de momento, la intensificación de la crisis. El índice de producción industrial se expandió un 1,6% en diciembre, el mayor ritmo en los últimos cinco meses y gracias, principalmente, al buen momento en la producción de bienes de consumo para el hogar (como muebles) y para materiales de construcción. A pesar del repunte, la actividad en la industria cierra el año 2,4% por debajo del nivel previo a la crisis. Por su parte, el número de viviendas iniciadas, que sirve de proxy de la inversión residencial, creció en 5,8% en diciembre, con el nivel (1,7 millones anualizado) alcanzando máximos desde finales del 2016, en el pico previo al estallido de la crisis financiera del 2007-08. El fuerte avance en los permisos (4,5%) sugiere que el sector residencial mantendrá el buen momento en los próximos meses.

El deterioro de la curva de contagios y el agotamiento de varias ayudas fiscales explican la contracción en el consumo privado en el 4T20, si bien las perspectivas son más positivas en el inicio del nuevo año. En particular, el drástico empeoramiento en el número de contagiados y la consecuente carga en los sistemas sanitarios han sido respondidos por las autoridades con una reimposición de restricciones al movimiento y a la socialización, aunque de menor magnitud que durante la primera oleada de contagios en la primavera del 2020. Las medidas parecen estar finalmente dando resultados: los casos diarios se han moderado hasta los 150.000 contagios en la tercera semana de enero frente al promedio de 250.000 a finales de diciembre. Por su parte, esta semana se registraron descensos en el número de personas ingresadas en los hospitales. Un factor que irá ganando cada vez más peso es el avance en el proceso de vacunación, que en EEUU ya alcanza a más de 15 millones de residentes, en la mayoría de los casos individuos de alto riesgo.

Por su parte, las familias vieron su ingreso caer ante el agotamiento de diversas ayudas fiscales desde julio: la renta disponible real se contrajo un 4,7% en el período julio-noviembre. Para contrarrestarlo, los hogares han recurrido a sus ahorros para moderar la caída en el consumo: la tasa ha descendido hasta el 12,9% en noviembre desde 14% en promedio en los tres meses anteriores y el pico de 33,7% en abril. Es de esperar que dicho comportamiento se haya intensificado en diciembre por el bloqueo en Washington para la aprobación en la extensión de los beneficios fiscales. Las negociaciones finalmente resultaron en un acuerdo sobre un paquete fiscal de 900.000 millones de usd a finales de diciembre, plan que incluye una nueva ronda de cheques a las familias (600 usd por persona) y una prolongación de otras ayudas hasta marzo. Por su parte, la nueva administración del Presidente Biden ha propuesto un nuevo paquete de 1.900 billones de USD, lo que, asumiendo que se apruebe en su totalidad y sumado al paquete de diciembre, implicaría un estímulo fiscal adicional de en torno al 13% del PIB, con un gran enfoque en transferencias directas a los hogares.

En balance, los datos de diciembre ponen sobre la mesa el impacto negativo en la economía del agravamiento de la emergencia sanitaria. A diferencia de la primera ola en la primavera, el reciente repunte en los contagios ha afectado principalmente a las actividades económicas más expuestas al consumidor privado, que ha tenido que ajustar sus patrones de gasto a la creciente reimposición de medidas de contención por parte de las autoridades. Asimismo, los hogares han visto su renta disponible directamente afectada por el deterioro en el mercado laboral, con la primera caída en el empleo en diciembre desde abril, y por el agotamiento de beneficios fiscales desde los meses del verano. En contraste, otros sectores de la economía, como la industria o la construcción, han podido mantenerse en la senda de recuperación. En conjunto, estos factores resultaran en una moderación en el crecimiento en el último trimestre del año: estimamos que el PIB haya crecido por debajo del 1% trimestral en el 4T20, después del histórico repunte del 7,4% trimestral en el 3T20. El patrón de caída en el consumo privado en los últimos meses del año implica un mal comienzo en el primer trimestre y el riesgo de una desaceleración más marcada en el crecimiento. No obstante, esperamos que la puesta en marcha de nuevos estímulos fiscales y el gradual levantamiento de restricciones, a medida que progrese el programa de vacunación, den un fuerte impulso a la recuperación en los próximos meses. Estimamos que el PIB pueda crecer un 6% en el 2021 y recuperar todo el terreno perdido por la crisis del Covid-19 a mediados del año.

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